INTRODUCCION
El siguiente
tema nos habla sobre lo que es la historia ya que se ocupa del estudio de los hechos importantes
ocurridos en el pasado, y que hoy en día son muy importantes para el desarrollo
de nuevas generaciones.
.
Nos habla del tiempo de la edad de los metales de la edad media
entre muchas relaciones más con otras
ciencias, como escritura, división del tiempo histórico y prehistoria.
Para
obtener datos sobre el pasado y estudiarlos, se usan distintas fuentes de
información. Las fuentes históricas pueden ser escritas, orales, gráficas, o
materiales.
Todos estos temas te ayudaran un poco a
entender sobre todo lo que es la historia y todas sus relaciones con las
ciencias.
DESARROLLO
HISTORIA
La
Verdad, el Tiempo y la Historia, de Francisco de Goya (hacia 1800). Alegoría de
debatida interpretación, es también conocida con otros nombres. El alado y
anciano tiempo traería de la mano a la verdad para que la historia la dejara
registrada mediante la escritura.
En la
mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia, además de
la poesía épica. Aquí aparece observando antes de anotar en su libro, desde un
carro alado cuya rueda es la esfera de un reloj.
Busto de
Heródoto, el llamado Padre de la Historia.
La
Historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la
humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. Se denomina también
historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura
hasta la actualidad.
Más
allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, historia en el lenguaje
usual es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de
mentiras, sea su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro
(ficción histórica). Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es
la fijación fiel de los hechos e interpretarlos ateniéndose a criterios de
objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el
grado en que sea posible son en sí mismos objetos de debate.
En medicina
se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios
significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a
su herencia genética.
A su
vez, llamamos historia al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una
historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en
desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la
paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras
entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la
arqueología son imprecisas, a través de la paleo antropología).
Ese
uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo. En ese
sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o
permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos
y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como
equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener
una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia. De hecho,
puede hacerse eso para la historia misma y para el tiempo mismo.
HISTORIA COMO CIENCIA.
Dentro
de la popular división entre ciencias y letras o humanidades, se tiende a
clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas junto con otras
ciencias sociales (también denominadas ciencias humanas); o incluso se le llega
a considerar como un puente entre ambos campos, al incorporar la metodología de
éstas a aquéllas. La ambigüedad de esa división del conocimiento humano, y el
cuestionamiento de su conveniencia, ha llevado al llamado debate de las dos
culturas.
No
todos los historiadores aceptan la identificación de la historia con una
ciencia social, al considerarla una reducción en sus métodos y objetivos,
comparables con los del arte si se basan en la imaginación (postura adoptada en
mayor o menor medida por Hugh Trevor-Roper, John Lukacs, Donald Creighton, Gertrude
Himmelfarb o Gerhard Ritter). Los partidarios de su condición científica son la
mayor parte de los historiadores de la segunda mitad del siglo XX y del siglo
XXI.
Esto
no quiere decir que entre ellos hayan alcanzado una posición común sobre las
consecuencias metodológicas de la aspiración de la historia al rigor
científico, ni mucho menos que propongan un determinismo que (al menos desde la
revolución e insteniana de comienzos del siglo XX) no proponen ni las llamadas
ciencias duras. Por su parte, los historiadores menos proclives a considerar
científica su actividad tampoco defienden un relativismo estricto que
imposibilitaría de forma total el conocimiento de la historia y su transmisión;
y de hecho de un modo general aceptan y se someten a los mecanismos
institucionales, académicos y de práctica científica existentes en historia y
comparables a los de otras ciencias (ética de la investigación, publicación
científica, revisión por pares, debate y consenso científico, etc.).
La
utilización que hace la historia de otras disciplinas como instrumentos para
obtener, procesar e interpretar datos del pasado permite hablar de ciencias
auxiliares de la historia de metodología muy diferente, cuya subordinación o
autonomía depende de los fines a los que estas mismas se apliquen.
HISTORIA COMO DISCIPLINA ACADEMICA.
El
registro de anales y crónicas fue en muchas civilizaciones un oficio ligado a
un cargo institucional público, controlado por el estado. Sima Qian (denominado
padre de la Historia en la cultura china) inauguró en esa civilización los
registros históricos oficiales burocratizados (siglo II a. C.). La crítica del
musulmán Ibn Jaldún (Muqaddima -Prolegómenos a la Historia Universal-, 1377) a
la manera tradicional de hacer historia no tuvo consecuencias inmediatas,
siendo considerado un precedente de la renovación de la metodología de la
historia y de la filosofía de la historia que no se inició hasta el siglo XIX,
fruto de la evolución de la historiografía en Europa Occidental. Entre tanto,
los cronistas oficiales castellanos y de Indias dieron paso en la España
ilustrada del siglo XVIII a la fundación de la Real Academia de la Historia;
instituciones similares existen en otros países.
La
docencia de la historia en la enseñanza obligatoria fue una de las bases de la
construcción nacional desde el siglo XIX, proceso simultáneo a la proliferación
de las cátedras de historia en las universidades(inicialmente en las facultades
de letras o Filosofía y Letras, y con el tiempo, en facultades propias o de
Geografía e Historia -disciplinas cuya proximidad científica y metodológica es una
característica de la tradición académica francesa y española-) y la creación de
todo tipo de instituciones públicas y privadas (clubes históricos o sociedades
históricas, muy habitualmente medievalistas, respondiendo al historicismo
propio del gusto romántico, empeñado en la búsqueda de elementos de
identificación nacional); así como publicaciones dedicadas a la historia.
En la
enseñanza media de la mayor parte de los países, los programas de historia se
diseñaron como parte esencial del currículo. En especial la agregación de
historia presente en los lycées franceses desde 1830 adquirió con el tiempo un
prestigio social incomparable con los cargos similares en otros sistemas
educativos y que caracterizó el elitismo de la escuela laica republicana hasta
finales del siglo XX.
A ese
proceso de institucionalización, siguió la especialización y subdivisión de la
disciplina con diferentes sesgos temporales (de cuestionable aplicación fuera
de la civilización occidental: historia antigua, medieval, moderna, contemporánea
-estas dos últimas, habituales en la historiografía francesa o española, no
suelen subdividirse en la historiografía anglosajona: en: maderera-),
espaciales (historia nacional, regional, local, continental -de África, de
Asia, de América, de Europa, de Oceanía-), temáticos (historia política,
militar, de las instituciones, económica y social, de los movimientos sociales
y de los movimientos políticos, de las civilizaciones, de las mujeres, de la
vida cotidiana, de las mentalidades, de las ideas, cultural), historias
sectoriales ligadas a otras disciplinas (historia del arte, de la música, de
las religiones, del derecho, de la ciencia, de la medicina, de la economía, de
la ciencia política, de las doctrinas políticas, de la tecnología), o centrada en
cualquier tipo de cuestión particular (historia de la electricidad, de la
democracia, de la Iglesia, de los sindicatos, de los sistemas operativos, de
las formas -literarias de la Biblia-, etc). Ante la atomización del campo de
estudio, también se han realizado distintas propuestas que consideran la
necesidad de superar esas subdivisiones con la búsqueda de una perspectiva
holística (historia de las civilizaciones e historia total) o su enfoque
inverso (microhistoria).
El
Premio Nacional de Historia (de Chile -bianual, a una personalidad- y de España
-a una obra publicada cada año-) y el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias
Sociales (a una personalidad del ámbito de la historia, la geografía u otras
ciencias sociales) son los más altos reconocimientos de la investigación
histórica en el ámbito hispanohablante, mientras que en el ámbito anglosajón
existe una de las versiones del Premio Pulitzer (en:Pulitzer Prize for
History). El Premio Nobel de Literatura, que puede recaer en historiadores,
sólo lo hizo en dos ocasiones (Theodor Mommsen, en 1902, y Winston Churchill,
en 1953). Desde una perspectiva más propia de la consideración actual de la
historia como una ciencia social, el Premio Nobel de economía fue concedido a
Robert Fogel y Douglass North en 1993.
HISTORIA COMO ESCRITURA.
El
escriba sentado (Saqqara III milenio a. C.-IV o V dinastía de Egipto-).
Representa a un funcionario en actitud de comenzar a escribir, o sea, a
registrar un hecho o una interpretación más o menos interesada de hechos seleccionados
-económicos, militares, legislativos, religiosos-; una función de consecuencias
trascendentales: sirve tanto para el ejercicio y la justificación del poder en
su presente como para la preservación de la memoria histórica hacia la
posteridad.
La identificación
del concepto de historia con la narración escrita del pasado produce, por un
lado, su confusión con el término historiografía (historia se llama a la vez al
objeto estudiado, a la ciencia que lo estudia y al documento resultado de ese
estudio); y por otro justifica el empleo del término prehistoria para el
período anterior a la aparición de la escritura, reservándose el nombre
HISTORIA COMO EL PERIODO
POSTERIOR.
Según
ese uso restrictivo, la mayor parte de la humanidad queda fuera de la historia,
no tanto porque no accede personalmente a la lectura y la escritura (el
analfabetismo fue la condición común de la inmensa mayoría de la población,
incluso para las clases dominantes, hasta la imprenta), sino porque los
reflejados en el discurso histórico han sido siempre muy pocos, y grupos
enteros quedan invisibilizados (las clases bajas, las mujeres, los discrepantes
que no pueden acceder al registro escrito), con lo que ha sido objeto de
preocupación de algunos historiadores la reconstrucción de la visión de los
vencidos y la historia desde abajo.
Lo
mismo ocurre con gran número de pueblos y culturas (las consideradas como
culturas primitivas, en una terminología ya desfasada de la antropología
clásica) que no tienen historia. El tópico los idealiza al considerar que son
pueblos felices. Entran en ella cuando se produce su contacto, habitualmente
destructivo (aculturación), con civilizaciones (sociedades complejas, con
escritura). Incluso en ese momento no son propiamente objeto de la historia sino
de la protohistoria (historia realizada a partir de las fuentes escritas
producidas por los que generalmente son sus pueblos colonizadores por oposición
a los pueblos indígenas). No obstante, independientemente de que los
historiadores y los antropólogos ideológicamente tengan una tendencia
etnocentrista (eurocentrista, sinocentrista o indigenista) o, de forma opuesta,
multiculturalista orelativista cultural, existe la posibilidad de obtener o
reconstruir un relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo
humano utilizando otras metodologías: fuentes arqueológicas (cultura material) HISTORIA
ORAL.
En
buena parte, esta diferencia es artificial, y no necesariamente novedosa: el
mismo Heródoto no puede sino usar ese tipo de fuentes documentales cuando
redacta la que se considera la primera Historia, o al menos acuña el término,
en la Grecia del siglo V a. C. para que el tiempo no abata el recuerdo de las
acciones de los hombres y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los
griegos, ya por los bárbaros, no caigan en olvido; da también razón del
conflicto que puso a estos dos pueblos en la lid.
ETIMOLOGIA.
La
palabra historia deriva del griego ἱστορία (léase historia, traducible por
"investigación" o "información", conocimiento adquirido por
investigación), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"). De allí pasó al
latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria (como atestigua
el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio, 1260-1284) y se
reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina
original.
La
etimología remota procede del proto indoeuropeo *wid-tor- (de la raíz *weid-,
"saber, ver" -construcción hipotética-) presente también en la
palabras latinas idea o visión, en las germánicas wit, wise o wisdom, la
sánscrita veda, y las eslavas videti o vedati, y en otras lenguas de la familia
indoeuropea.
La
palabra antigua griega ἱστορία fue usada por Aristóteles en su Περὶ τὰ ζῷα
ἱστορίαι (léase Peri ta zoa jistória, latinizado Historia animalium, traducible
por Historia de los animales [el título griego es plural y el latino es
singular]). El término se derivaba de ἵστωρ (léase jístōr, traducible por
"hombre sabio", "testigo" o "juez"). Se pueden
encontrar usos de ἵστωρ en los himnos homéricos, Heráclito, el juramento de los
efebos atenienses y en las inscripciones beocias (en un sentido legal, con un
significado similar a "juez" o "testigo"). El rasgo
aspirado es problemático, y no se presenta en la palabra cognata griega εἴδομαι
("aparecer"). La forma ἱστορεῖν ("inquirir"), es una
derivación jónica, que se expandió primero en la Grecia clásica y más tarde en
la civilización helenística.
HISTORIA, HISTORIOGRAFIA E HISTORIOLOGIA
En el
estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados
laxamente y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:
La
historiografía es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir
los hechos históricos acontecidos y registrados. La correcta praxis de la
historiografía requiere el empleo correcto del método histórico y el
sometimiento a los requerimientos típicos del método científico. También se
denomina historiografía a la producción literaria de los historiadores, y a las
escuelas, agrupaciones o tendencias de los historiadores mismos.
La
historiología o «teoría de la historia» es el conjunto de explicaciones,
métodos y teorías sobre cómo, por qué y en qué medida se dan cierto tipo de
hechos históricos y tendencias sociopolíticas en determinados lugares y no en
otros. El término fue introducido por José Ortega y Gasset y el DRAE lo define
como el estudio dela estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica.
La
historia como conjunto de hechos realmente acontecidos en el pasado de la
humanidad; aunque muy frecuentemente se entiendan restrictivamente como hechos
históricos únicamente a los acontecimientos trascendentes, los que tienen un
alcance lo suficientemente amplio como para ser útiles para la comprensión de
hechos posteriores, o al menos los que son interpretados así desde la
perspectiva del historiador que los destaca o considera dignos de recuerdo
(memoria histórica). La selección de esos hechos es cuestión de debate, pues
cada una de las interpretaciones de la historia pone el protagonismo de la
historia (sujeto histórico) en uno u otro lugar, lo que determina qué datos
considerar hechos relevantes. Los partidarios de una historia política,
militar, cultural, o de las instituciones no coincidirán con los partidarios de
una historia económica y social; oposición expresada en los términos marxistas
de superestructura y estructura o el unamuniano de intrahistoria.
Es
imposible ignorar la polisemia y la superposición de estos tres términos, pero
simplificando al máximo: la historia son los hechos del pasado; la
historiografía es la ciencia de la historia; y la historiología es
laepistemología o teoría de la historia.
FILOSOFIA DE LA HISTORIA.
La
filosofía de la historia no debe confundirse ni con la historiología, ni con la
historiografía, de los que se separa claramente. La filosofía de la historia es
la rama de la filosofía que concierne al significado de la historia humana, si
es que lo tiene. En su origen especuló si era posible un fin teleológico de su
desarrollo, o sea, se pregunta si hay un diseño, propósito, principio director
o finalidad en el proceso de la historia humana. En la actualidad se discute
más sobre la función del conocimiento histórico dentro del conocimiento y las
implicaciones del mismo. También se ha discutido sobre si el objeto de la
historia debe ser una vedad histórica, el deber ser, o si la historia es en
algún sentido es cíclica o lineal y el devenir histórico se aparta
indefinidamente del punto de partida. También se ha discutido si es posible
hablar de la idea de progreso positivo en ella.
FINES Y JUSTIFICCION DE LA HISTORIA.
Tampoco
deben confundirse los supuestos fines teleológicos del hombre en la historia
con los fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia
como memoria de la humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no
puede abstraerse del porqué se encarga de estudiar los procesos sociales:
explicar los hechos y eventos del pasado, sea por el conocimiento mismo, sea
por que nos ayudan a comprender el presente: Cicerón bautizó a la historia como
maestra de la vida, y como él Cervantes, que también la llamó madre de la
verdad. Benedetto Croce remarcó la fuerte implicación del pasado en el presente
con su toda historia es historia contemporánea. La historia, al estudiar los
hechos y procesos del pasado humano, es un útil para la comprensión del
presente y plantear posibilidades para el futuro. Salustio llegó a decir que
entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el ingenio, el recuerdo de
los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad. Un tópico
muy difundido (atribuido a Jorge Santayana) advierte que los pueblos que no conocen
su historia están condenados a repetirla, aunque otro tópico (atribuido a
Carlos Marx) indique a su vez que cuando se repite lo hace una vez como
tragedia y la segunda como farsa.
La
radical importancia de ello se basa en que la historia, como la medicina, es
una de las ciencias en que el sujeto investigador coincide con el objeto a
estudiar. De ahí la gran responsabilidad del historiador: la historia tiene una
proyección al futuro por su potencia transformadora como herramienta de cambio
social; y a los profesionales que la manejan, los historiadores, les es
aplicable lo que Marx dijo de los filósofos (hasta ahora se han encargado de
interpretar el mundo y de lo que se trata es de transformarlo). No obstante,
desde otra perspectiva se pretende una investigación desinteresada para la
objetividad en la ciencia histórica.
DIVISION DEL TIEMPO HISTORICO.
No hay
un acuerdo universal sobre la periodización de la historia, aunque sí un
consenso académico sobre los periodos de la historia de la civilización occidental,
basado en los términos acuñados inicialmente por Cristóbal Celarius (Edades
Antigua, Media y Moderna), que ponía al mundo clásico grecorromano y su
Renacimiento como los hechos determinantes para la división; y que actualmente
es de aplicación general. La acusación de eurocentrismo que se hace a tal
periodización no impide que sea la más utilizada, por ser la que responde
precisamente al desarrollo de los procesos históricos que produjeron el mundo
contemporáneo.
En
cuanto a la división del tiempo prehistórico en Edad de la Piedra y Edad de los
Metales, fue propuesta en 1836 por el arqueólogo danés Christian Jürgensen
Thomsen.
La
evolución tecnológica presenta dos grandes cesuras en el pasado de la
humanidad: la revolución neolítica y la revolución industrial, lo que permite
hablar de tres grandes periodos: el carcterizado por la exclusividad de
sociedades cazadoras-recolectoras, el preindustrial y el industrial (a veces se
emplea el adjetivo postindustrial para el periodo de la historia más reciente).
El
problema de cualquier periodización es hacerla coherente en términos
sincrónicos y diacrónicos, es decir: que sea válida tanto para el transcurso
del tiempo en un único lugar, como para lo que ocurre al mismo tiempo en
distintos ámbitos espaciales. Cumplir ambos requisitos resulta difícil cuando
los fenómenos que originan el comienzo de un periodo en un lugar (especialmente
el Próximo Oriente, Asia central o China) tardan en difundirse o surgir
endógenamente en otros lugares, que a su vez pueden estar más o menos próximos
y conectados (como Europa Occidental o el África subsahariana), o más o menos
lejanos y desconectados (como América u Oceanía). Para responder a todo ello,
los modelos de periodización incluyen términos intermedios y periodos de
solapamiento (yuxtaposición de características distintas) o transición
(aparición paulatina de las novedades o características mixtas entre el periodo
que empieza y el que termina). La didáctica de la historia se ayuda
frecuentemente de diferentes tipos de representación gráfica de la sucesión de
hechos y procesos en el tiempo y en el espacio.
PREHISTORIA.
Pinturas
rupestres de Cueva de las Manos (Río Pinturas, Argentina, cerca de 9000 años de
antigüedad). Representan esquemáticamente a un hombre y a grupos de animales;
también se observan otros símbolos, destacadamente las manos que dan el nombre
al lugar. Esta forma de arte prehistórico, aunque es un testimonio valiosísimo
para la reconstrucción del pasado, no es una fuente histórica, sino arqueológica.
Desde
la aparición del hombre(diferenciación de las distintas especies del
géneroHomo, subtribu hominina, superfamilia Hominoidea, orden de los primates),
de fechas inciertas, hace más de dos millones de años; hasta la aparición de la
escritura, en torno al IV milenio a. C..
PALEOLITICO.
(Etimológicamente
Antigua Edad de Piedra, por la piedra tallada). Los hechos más decisivos son
los ligados a la evolución humana, en lo físico, y a la evolución cultural
primitiva (utilización de herramientas y del fuego y desarrollo de distintos
tipos de colaboración y conducta social primitiva; destacadamente el lenguaje).
Los grupos sociales no superarían el tamaño de hordas, con una densidad de
población inferior a un habitante por kilómetro cuadrado. La economía se
limitaba a una relación depredadora con el medio ambiente (caza, pesca y
recolección), lo que no impedía un impacto notable (primeras humanizaciones del
paisaje natural y extinción provocadas por la presión de la actividad humana en
los ecosistemas donde se introduce).
PALEOLITICO INFERIOR.
Primeros
modos detalla lítica de instrumentos (Olduvayense o modo 1 y Achelense o modo 2), asociados a restos
fósiles de homínidos : Australopitecus, Homo habilis y Homo ergaster (África
sudoriental), Homo erectus(extendido por todo el Viejo Continente); Homo
antecessor y Homo heidelbergensis(específicos de Europa -yacimiento de
Atapuerca-).
PALEOLITICO MEDIO.
Ligado
a cambios en la cultura material (Musteriense o modo 3) y en las especies de
homínidos (Hombre de Neanderthal en Europa, Homo sapiensarcaico en África
-Hombres de Kibish-), desde hace 130.000 años hasta hace 35.000 años
aproximadamente.
PALEOLITICO SUPERIOR.
Ligado
a la cultura material asociada al Homo sapiens moderno: (Auriñaciense,
Gravetiense, Solutrense, Magdaleniense -en Europa-, Clovis y Monte Verde -en
América, donde por primera vez aparecen homínidos-); desde hace 35.000 años
hasta hace 10.000 años aproximadamente. Ya no hay cambios significativos para
la paleo antropología en el registro fósil; las variaciones entre distintos
grupos son mucho más sutiles: las estudiadas tradicionalmente por la
antropología física y que se conocían como razas humanas, y que la moderna
genética de poblaciones estudia con renovadas metodologías (genética molecular).
Junto con la paleo-lingüística pretende reconstruir las migraciones primitivas.
MESEOLITICO. EPIPALEOLITICO. PROTONOLITCO.
Periodo
de transición, ligado a los cambios que produjo el fin de la última glaciación.
Desde el X milenio a. C. hasta el VIII milenio a. C., aproximadamente. En las
zonas en las que significó una transición hacia el neolítico se denomina
mesolítico, mientras que en el resto, en las que sólo significa una fase de
continuación del paleolítico, se denomina epipaleolítico.
NEOLITICO.
(Etimológicamente
"nueva Edad de Piedra", por la piedra pulimentada: modo 5). Del VIII
milenio a. C. al IV milenio a. C. aproximadamente. Su inicio en cada zona está
ligado al desarrollo de la denominada Revolución Neolítica: sustitución de la economía
depredadora (caza, pesca y recolección) por la economía productora (agricultura
y ganadería), lo que intensificó extraordinariamente la densidad de población
(de crecimiento limitado -régimen demográficoantiguo-) y el impacto en el medio
ambiente. Aparición de la cerámica, sustitución del nomadismopor el
sedentarismo (asentamientos estables o aldeas). Tuvo lugar a partir del VIII
milenio a. C. en el Creciente fértil del Oriente Próximo, y se difundió hacia
el norte de África y Europa (en España a partir del VI milenio a. C.) y Asia.
La aparición de la agricultura y la ganadería se produjo de forma endógena en
otras zonas del mundo (con seguridad en América, de forma menos clara en otras
zonas).
EDAD DE LOS METALES.
Desde
el IV milenio a. C. (o más tarde, según la zona), que aunque es una época ya
histórica en el Próximo Oriente Antiguo, es aún prehistórica en la mayor parte
del mundo. Innovaciones tecnológicas de difusión paulatina (metalurgia, rueda,
arado, vela). Algunas aldeas se amurallan y aumentan de tamaño hasta
transformarse en ciudades. La economía y la sociedad se hace más compleja
(excedentes, comercio a larga distancia, especialización del trabajo,
estratificación social con una élite dirigente caracterizada por la exhibición
de riqueza en forma de armas y monumentos funerarios). El tránsito a la
historia se dará cuando se complete la formación de las sociedades complejas
(civilizaciones).
HISTORIA.
Los
miles de guerreros del ejército de terracota (Xian, siglo III a. C.) servían
para garantizar el eterno mandato de Qin Shi Huang, autoproclamado primer
emperador de China, temeroso de los innumerables enemigos cuya venganza
esperaba en la vida después de la muerte. Las civilizaciones extremo-orientales
se caracterizaron por su continuidad, que no se vio interrumpida por la
discontinuidad entre Edad Antigua y Edad Media propia de la civilización
occidental. Especialmente la civilización china, el ejemplo más estable de
imperio hidráulico, vio la repetición aparentemente perpetua de ciclos dinásticos
de auge (interpretado tradicionalmente como premio por respetar el equilibrio
del mandato del cielo), descomposición interna (interpretada como consecuencia
del desequilibrio al no respetarlo) e invasiones exteriores (interpretadas como
castigo y oportunidad de reiniciar el ciclo), que continuó hasta el siglo XX
HISTORIA.
Desarrollo
de la escritura como consecuencia de la aparición de los primeros estados. IV
milenio a. C. en Sumeria.
PROTOHISTORIA.
Período
de solapamiento: las civilizaciones que desarrollan escritura dejan constancia
escrita no sólo de sí mismas, sino de otros pueblos que no lo han hecho.
Habitualmente los pueblos colonizadores son los que dejan testimonio histórico
de su relación los pueblos indígenas (por ejemplo, de los pueblos prerromanos).
EDAD ANTIGUA.
NACIMIENTO DE LA CIVILIZACION.
En el
Antiguo Oriente Próximo (a veces denominado Antigüedad temprana). Primeros
estados (templos, ciudades-estado, imperios hidráulicos) en Mesopotamia
(Sumeria, Acad, Babilonia, Asiria), Antiguo Egipto, Levante Mediterráneo
(Fenicia,Antiguo Israel) y el resto del Mediterráneo Oriental (civilizaciones
anatólicas -hititas-, yegeas -minoica y micénica-); con muy poca relación con
esos núcleos en India (cultura del valle del Indo), China; y de forma endógena
en la América precolombina y en algunas culturas del África
SUBSAHARIANA.
ANTIGÜEDAD CLASICA.
Entre
el siglo VIII a. C. y el siglo II d. C.. De validez restringida a las
civilizaciones griega y romana, caracterizadas por la cultura clásica(término
de gran ambigüedad, que en su aspecto espacial y temporal puede considerarse
ampliado a todo el Próximo Oriente por el helenismo posterior al Imperio de
Alejandro Magno y al Mediterráneo occidental por el helenizado Imperio romano;
o restringido al periodo clásico del arte griego -siglo V a. C. y siglo IV a.
C.-; o de forma aún más estricta reducido al siglo de Pericles -la Atenas de
mediados del siglo V-), y unos precoces conceptos de libertad, democracia y
ciudadanía que se basaban paradójicamente en la sumisión de otros pueblos y la
utilización intensiva de la fuerza de trabajo esclava. Ambas civilizaciones
contaban sus eras desde fechas del Siglo VIII a. C. (la primera olimpiada o la
fundación de Roma, respectivamente). Simultáneamente se desarrolló el Imperio
persa, que ocupa el espacio intermedio y pone en contacto las civilizaciones
mediterráneas con las civilizaciones asiáticas, especialmente la hindú,
mientras que las civilizaciones de Extremo Oriente, como la china, se
desarrollan de forma prácticamente independiente, y las americanas en total
desconexión.
ANTIGÜEDAD TARDIA.
De
validez restringida a Occidente, es un periodo de transición, desde la crisis
del siglo III hasta Carlomagno o la llegada del Islam a Europa (siglo VIII), en
que el Imperio romano entra en decadencia y sufre el impacto de las invasiones
germánicas, nuevas religión es monoteístas (cristianismo e Islam) se imponen
como religiones dominantes y el modo de producción esclavista se sustituye por
el modo de producción feudal. En Oriente sobrevive el Imperio bizantino re
helenizado.
EDAD MEDIA.
De
validez restringida a Occidente, desde la caída del Imperio romano de Occidente
(siglo V) hasta la caída del Imperio romano de Oriente (siglo XV). En un
periodo tan prolongado se produjeron dinámicas muy complejas, que poco tienen
que ver con los tópicos de aislamiento, inmovilismo y oscurantismo con que se
la definía desde la perspectiva de la modernidad, que la infravaloraba como un
paréntesis de atraso y discontinuidad entre una mitificada edad antigua y su
renacimiento en la moderna.
ALTA EDAD MEDIA.
Siglo
V al siglo X. Una época oscura por la escasez de fuentes escritas, debida al
retroceso de la vida urbana y de la descomposición del poder político que
caracterizan al feudalismo. La Iglesia, sobre todo a través del monacato, se
convierte en la única continuidad de la tradición intelectual. La nobleza y el
clero, vinculados familiarmente, son los señores que ejercen el poder político,
social y económico sobre los campesinos sometidos a servidumbre. Castillos y
monasterios se imponen en un paisaje de bosques, baldíos y pequeñas aldeas casi
incomunicadas.
BAJA EDAD MEDIA.
Del
siglo XI al siglo XV. A veces se restringe al siglo XIV y al siglo XV, como
Crisis de la Edad Media o Crisis del siglo XIV; denominándose el periodo del
siglo XI al siglo XIII como Plenitud de la Edad Media. Se produce una
revolución urbana y un aumento de la actividad comercial y artesanal de una
incipiente burguesía, al tiempo que se fortalece el poder de las monarquías
feudales. Los poderes universales (Pontificado e Imperio) se enfrentan y entran
en crisis. Las Cruzadas demuestran la capacidad de expansión europea hacia el
oriente del Mediterráneo, mientras en Al-Ándalus (España musulmana) se imponían
los reinos cristianos del norte peninsular. La universidad medieval reelaboró
el saber antiguo a través de la escolástica (revolución del siglo XII). En los
siglos finales se conforman los rasgos que caracterizarán todo el periodo del
Antiguo Régimen: una economía en transición del feudalismo al capitalismo, una
sociedad estamental y una monarquía autoritaria en transición a la monarquía
absoluta.
EDAD MODERNA.
De
mediados o finales del siglo XV a mediados o finales del siglo XVIII. (Para los
anglohablantes, Early Modern Times, es decir, "Primera Edad Moderna"
o "Edad Moderna Temprana"). Se toma como hitos que marcan su comienzo
la Imprenta, la toma de Constantinopla por los turcos o el descubrimiento de
América; como final, la Revolución francesa, la Independencia de los Estados
Unidos de América o la Revolución industrial. Es por primera vez, un periodo de
validez casi mundial, puesto que para la mayor parte del mundo (con la
excepción sólo parcial de China o Japón -que tras unos primeros contactos optan
por cerrarse a la influencia exterior en mayor o menor medida- o de espacios
recónditos de América, África y Oceanía -colonizados en el siglo XIX-),
significó la imposición de la civilización occidental y la denominada
economía-mundo. Se inició con la era de los descubrimientos y la expansión del
imperio español y el portugués, mientras el mundo de las ideas experimentaba
las innovaciones del Renacimiento, la Reforma Protestante y la Revolución
científica; contrapesadas por la Contrarreforma y el Barroco. Mientras en la
Francia de Luis XIV triunfaba el absolutismo, en otras partes de Europa
noroccidental lo hacían las primeras revoluciones burguesas que desafiaban al
Antiguo Régimen (revolución holandesa, revolución inglesa) y en el sur y este
del continente se observaba un proceso de refeudalización. El eje de la
civilización se desplazó de la cuenca del Mediterráneo al océano atlántico. La
crisis del siglo XVIIy los tratados de Westfalia reedificaron un nuevo
equilibrio europeo que imposibilitaba las hegemonías española o francesa, y que
se mantuvo durante el siglo XVIII, caracterizado intelectualmente por la
Ilustración. A lo largo de todo el periodo se van gestando los modernos
conceptos de nación y estado.
CONCLUSION
Con todos estos temas leídos y analizados, nos
podemos dar cuenta lo importante que es la historia.
Se
puede llegar a la conclusión de lo que en realidad es la historia no solo de México.
Si no
tambien de otros países, de cómo se fue desarrollando todo desde tiempos muy
antiguos y que hoy en día son muy importantes para todos.
Toda la ciencia que desde tiempos muy
antiguos nos aportan bastante de sus conocimientos desde hace muchos años para bien de generación tras generación y que es muy
importante conocer todos sus contenidos que son bastantes pero es necesario
conocerlo.
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